Pérdida de Valores en la Sociedad
La crisis del
modelo familiar, una pérdida de disciplina y de respeto, la falta de autoridad
de los profesores en la escuela y la incorporación de nuevas culturas, son
algunas de las causas que dan en el fenómeno de la violencia juvenil.
Los
especialistas en psicología social consideran que este problema no tiene raíz
psicopatológica, sino social, en la que intervienen una serie de factores que
van desde los modelos violentos que propugnan los medios de comunicación, y muy
especialmente la televisión, hasta un relajamiento en la aplicación y
cumplimiento de las normas que han de garantizar la convivencia.
También los
profesores han perdido capacidad sancionadora y de actuación en los centros
educativos y es probable que está perdida, explique el aumento de los casos de
agresiones o acoso en las aulas.
La carencia de
valores en el mundo es una realidad que vemos a diario en los noticieros,
revistas, periódicos y demás medios de comunicación nacional e internacional.
Es quizás, este el problema más grave que atraviesan las familias y las
sociedades del mundo en general. Este problema se puede observar en todas las
clases sociales, desde el más rico hasta el más pobre y entre estos están la
perdida de respeto a la autoridad, la impuntualidad, la descortesía, la
agresividad, la discriminación.
La crisis de
violencia e inseguridad que vive el país se debe en gran parte, a la pérdida de
valores en la sociedad guatemalteca, a la falta de atención institucional y a
la desintegración de la familia, coinciden religiosos, pastores, sociólogos y
pedagogos. La gran pregunta ahora es: ¿en qué están fallando las escuelas, las
familias, las iglesias, el Gobierno y sus programas, y demás instituciones
responsables de la formación de valores en la sociedad?
En cuestión de
enseñanza de valores en las aulas guatemaltecas, Álvarez recordó que en los
años 2007-2008 sobre las interacciones alumno-docente, el 20 por ciento de los
casos, las relaciones son negativas, en el sentido de que el docente está
tratando de una forma no adecuada y negativa al estudiante. Lo que hace que el
niño o adolescente vea como muy normal la violencia o esas interacciones
negativas. Si se quiere conseguir algo, se recurre a las palabrotas o violencia
física, y esos niños obviamente guardan ese sentimiento, que en algún momento
sale a la luz, para quien uno de los problemas es la escasa formación de los
maestros, quienes en un 65% de casos no tienen.
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